Un turista chino paga una cifra exorbitante por probar un whisky de finales del XIX

Que el turismo chino es cada vez más importante y su poderío económico es manifiesto y palpable, nos lo demuestran las demoledoras cifras de visitantes del gigante asiático que año tras año aumentan por nuestras tierras.

Nos hemos habituado a asombrarnos con las excentricidades o los gastos desmedidos de grandes magnates rusos o bien con el lujo que nos llega referenciado desde los emiratos del Golfo, que habían sustituido a los tradicionales millonarios europeos y norteamericanos, casi de toda la vida. Pues bien, en los últimos tiempos son los chinos quienes han querido poner también su particular ‘pica en Flandes’ en este mundo del sibaritismo y el disfrute inalcanzable.

Un ejemplo de ese altísimo nivel económico del turismo chino, lo hemos encontrado recientemente en el caso de un grupo de visitantes en el Hotel Waldhaus de Suiza, que literalmente, ha puesto un récord mundial en lo que a dispendio se refiere.

La anécdota refiere que un grupo de turistas chinos visitó el bar dedicado al whisky de este lujoso y tranquilo hotel situado en Sils Marie, a tan solo 10km de la más bulliciosa Saint Moritz. A uno de estos turistas, experto en whisky además, se le antojó probar una de las botellas más caras de todo el almacén, un Macallan cuyo precio alcanzaba los 10.000 francos suizos en la carta, y que jamás había sido demandada por ningún cliente. De hecho, el propio dependiente tuvo que pedir consejo a su progenitor y antecesor en el puesto, para considerar si era preciso abrir ese Macallan de 1878, que, tras permanecer veintisiete años en un barril, fue embotellado en 1905.

SCOTCH_MACALLAN

Sin embargo, fue también la propia curiosidad del hotelero la que le llevó a considerar necesario abrir esta botella y servir un vaso de dos decilitros por un precio de 9.999 francos suizos (8.760€). Era la única botella del mundo de ese año que no se había abierto todavía. Se trataba de hecho de una botella que los propios hoteleros consideraban que se encontraba simplemente de exposición y no creían que nunca fuera a abrirse.

Este hotel suizo, el Hotel Waldhaus, figura además en el Record Guinness, por tener nada menos que 2500 variedades de whisky.

A partir de ahora, naturalmente el valor de la botella descenderá, pero simplemente con que cinco clientes más quisieran probar la botella, se habrá recuperado el valor de la botella, que puede todavía guardarse entre cinco y diez años.